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Letras: El gol de Torito

El gol de Torito


JULIA VOLONTÉ


Era muy pibe cuando le pasó. Pero lo marcó para siempre. Muy fanático del fútbol. Su cuadro era de la capital. Y nunca había ido a la cancha a verlo. Miraba cuando podía los partidos y si no los escuchaba por radio. Era algo que le encantaba. Imaginarse el estadio, la hinchada, imaginarse las jugadas. Ese día se jugaba el clásico. Y para un partido tan importante tenía una preparación especial. Unas horas antes del comienzo se encerró en la pieza con la radio. Escuchó la formación. Un reportaje al Torito el ídolo del momento. A la hora señalada empezó a rodar la pelota y él agudizó la concentración. Era un partido duro, peleado, de ida y vuelta. Los minutos pasaban y los nervios subían. En el minuto 24 del primer tiempo, justo en un tiro libre para su equipo, Nicolás abrió los ojos y vio. El césped, la pelota volando, todo. La cancha era tal cual. Los olores y la hinchada. Él estaba en el centro de la tribuna. Saltó y cantó los cantitos que rápidamente se aprendió. Se sentó recién en el entretiempo un segundo. Su corazón se le salía del pecho. Y en el segundo tiempo vino el mayor regalo que jamás había ni llegado a desear. El gol en el minuto 32 del Torito. Luego del final se quedó largo rato saltando en medio de la hinchada y festejando el triunfo. En un abrir y cerrar de ojos estaba nuevamente encerrado en su habitación. Estaba sudado y algo afónico. Pensó largo rato, mientras escuchaba los comentarios, a quién iba a contarle semejante experiencia. Estaba confundido. Quién iba a creerle. Fue cuando decidió que sería un secreto que guardaría para siempre. Pero quedaría como el mejor día de su vida. El día que fue a la cancha a ver a su equipo. SDA

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